martes, 14 de abril de 2009

"Mementos" Carleanos










.. y esa sonrisa que da paz.. que enternece..que la amo... que la odio...la amo porque es perfecta... porque es sincera...habla y grita sin sonidos...la odio por lo mismo.. la odio porque enamora...la vulnerabilidad se vuelve mas fuerte..y mi escudo se derrite...no me vuelvas fragil!! ya no voy a poder volver a pegar los pedazos..y asi pudiese, la marca queda...y asi!!!... llorando por una estupida utopia que no puedo sacar de mi cabeza,que me desgarra, en cada latido, un poco mas...quedo, como siempre,en medio de un mar salado,con el pelo en mi rostro y mi corazon en la mano...
Carla Panicucci..Ah, por cierto, Felicitaciones Carla, por recibirte!





miércoles, 8 de abril de 2009

¿A quien pertenece la escultura?



¿Al escultor o al dueño del marmol?
Esta es la primera pregunta que hube de responder cuando inicié mis estudios de derecho; fue la primera pregunta de mi primer examen de derecho romano y debe de ser por eso que no la he olvidado casi treinta años después.
Para quien desee mayores precisiones debo indicar que la pregunta se efectúa en un contexto donde ambos implicados -el dueño del mármol y el escultor- actúan de buena fe; es decir, que el escultor no esculpe a sabiendas de que el mármol no es suyo y que el dueño del mármol no deja esculpir de mala fe al escultor.
Desde entonces he hecho esta pregunta, como pasatiempo, a muchos amigos ajenos a los estudios de derecho y me he deleitado escuchando las razones que daba cada uno en apoyo de sus opiniones; en realidad casi cualquier respuesta es válida, más que el resultado interesan los argumentos.
En Roma la diversidad de opiniones sobre esta cuestión se manifestaba de forma clara en las pugnas que sabinianos y proculeyanos (dos escuelas jurídicas) mantenían al respecto. Los sabinianos defendían que el dueño del mármol debía ser el dueño de la escultura (indemnizando al escultor por su trabajo) mientras que los proculeyanos sostenían que el escultor debería ser considerado el dueño de la escultura indemnizando al dueño del mármol por el material empleado.Siempre preferí a los proculeyanos.
La escultura es una cosa diferente del bloque de mármol y, al igual que el dueño de una cosa no puede reivindicarla cuando ha sido destruída (sólo podrá recibir la indemnización), el dueño del mármol no puede reivindicar su bloque (pues ya no existe) y lo que hay es una nueva realidad: una escultura.

Lo que me interesa es el proceso se oculta bajo la cuestión.Siempre me ha resultado curioso el proceso por el cual una persona, dando forma a una materia, es decir “informándola”, crea una especie distinta. Esta comunicación de información a la materia hace que aparezca una nueva especie y esta aparición de una nueva especie merced a la mezcla de materia e información subraya la importancia que tiene esta para el derecho, incluso en épocas remotas y muy alejadas de nuestra actual sociedad de la información.Siempre me ha parecido también que, en general, estos aspectos informacionales han constituido un factor perturbador para el derecho privado, el cual no ha sabido siempre regularlos debidamente y prueba de ello es la variedad de las distintas soluciones que se han dado a esta misma cuestión: Considerar la información accesoria de la materia, considerar a la materia accesoria de la información o incluso atenerse en exclusiva al valor de una y de otra.Creo que puedo afirmar sin temor a equivocarme que las trasferencias informativas están presentes en todas las trasmisiones humanas aunque, sólo en el caso de que dichas trasmisiones de información sean manifiestamente valiosas, parecen haber preocupado al derecho.
Jose Muelas

Me parecio un interesante texto para pensar...si no hubiera sido yo, que hubiera respondido?....Por lo pronto la escultura de la foto; "Inocencia", es la ultima que hice, y es mia......o del que me vendio la madera?

INOCENCIA


CANTO III
...Una vez ordenado cada ejercito con sus principes,
los troyanos marchaban con vocerio y estrepito igual que los pajaros,
tal como se alza delante del cielo el chillido de las grullas,
que, cuando huyen del invierno y del indecible aguacero,
entre graznido vuelan hacias las corrientes del Oceano,
llevando a los pigmeos a la muerte y la parca,
y a traves del aire les tiende maligna disputa.
Los aqueos, en cambio, iban respirando furor en silencio,
ansiosos en sus animos de prestarse mutua defensa...
La Iliada- Homero

jueves, 2 de abril de 2009

Imaginacion + Locura: LIBERTAD



Hace un tiempo vengo pensando en la linea amarilla de nuestra imaginacion. La imaginacion nos dicta que es lo que puede ser, lo que soñamos crear, superheroe de fantasias, telaraña de proyecciones, nos inculca a abandonarnos a ella sin el temor a engañarnos (como si hubiera posibilidad de engañarse mas aun) Pero no dejo de inquietarme...es decir, donde la imaginacion cesa de ser habitat seguro, y comienza a hacerse insegura, peligrosa, divagando entre que quizas la posibilidad de errar contituya la contingencia de lo bueno?


Es en esta instancia donde reducimos la imaginacion a la esclavitud..."Queda la locura, la locura que encierra". Todos saben que los locos permancen encerrados por desparramar actos reprimidos por la ley. Todo esto me lleva a pensar que los locos son victimas de su imaginacion, desapoderada de limites, de raciocinios, de inobservacias de reglas.

Aun asi, no dejo de envidiar (y aca les presento a mi audaz imaginacion) su despreocupacion hacia el humano critico, sintiendose confortadoramente felices de su imaginacion, gozando con su delirio, cargados de inocencia y alucinaciones. Honestos...(por algo, Colon descubrio America en compañia de locos...)


Me topo con la paradoja del encierro de los locos. Vaya!, se los encierra por no conocer limites, en una celda, en compañia de imaginaciones pares, donde se les permite alucinar, delirar, desafiar la naturaleza, sin limites!!!

Esto es cosa de locos, no lo creen?


Hasta aca llego, todavia conozco a mi imaginacion y se que puede ser peligrosa, y... deambulante.

Sugiero leer la frase de Breton ubicada a la derecha...


Voy por un mate!